La pobreza de la liga de los campeones del mundo

La liga de los campeones del mundo, de esta forma lo vende Chiqui Tapia y la AFA al exterior, así lo promocionan en las redes sociales, páginas web y escasas entrevistas que otorgan. Sin embargo, esta "liga de campeones del mundo" brilla por su decadencia, su falta de amor propio, juego poco vistoso y formatos que únicamente le gusta a aquellos que salen beneficiados en sus bolsillos. Una liga que de campeona del mundo no tiene nada.

La liga Argentina de fútbol es el torneo de América de primera división con más equipos en su categoría. Uno podría pensar que el nivel debería ser letal, de primera clase y a la altura. Lejos de ello, cada día el nivel futbolístico del torneo está cada vez más lejos de la liga de Brasil y el empobrecimiento de la liga pica en punta. Uno de los grandes factores que llevan al empobrecimiento del fútbol argentino es el formato del mismo: ¡30 equipos! Se ha generado un desbalance en las distintas categorías de nuestro fútbol que no ayudan en nada al crecimiento. Cambios constantes durante la competencia; estando a mitad de torneo aún no se sabe si habrá descensos de la primera división. Por otro lado, el mal reparto de dinero genera que sea muy difícil para los llamados equipos chicos luchar contra la hegemonía de River-Boca, quienes acaparan toda la atención y, pese a tener grandísimos planteles, continúan dejando mucho que desear. 

“Principalmente, en el fútbol argentino todos los partidos que hemos jugado han sido todos disputados físicamente. Todas batallas físicas dónde se corre mucho, se fricciona mucho, se protesta todo desde todos los ámbitos y se juega muy poco. Ese es un análisis más global. Dentro de lo que es el caos del fútbol argentino estuvimos presente. No nos alcanza, necesitamos ganar. Los rivales también juegan, no te dejan". Esta frase que apuntala contra el triste nivel futbolístico es obra de Marcelo Gallardo, flamante y laureado técnico de River. La abundancia del juego físico en el fútbol argentino es una respuesta a la pobreza táctica y de juego vistoso; no hay ideas, juego o pretensiones de llevar nuestro fútbol a un próximo nivel.
Por si fuera poco, mientras esto sucede, Claudio Tapia se regocija en su única buena decisión como presidente de la AFA, haberle dado la oportunidad a Lionel Scaloni. Chiqui ha desaparecido del panorama del fútbol local, es el presidente de la selección, pero cuando se trata de dar respuestas, sustentos o ayudas al fútbol argentino...

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